11 Al bajar los amorreos la cuesta de Bet-horón, mientras huían de los israelitas, el Señor soltó sobre ellos grandes piedras de granizo, que mataron más amorreos que las espadas de los israelitas.
12 Cuando el Señor entregó a los amorreos en manos de los israelitas, Josué le habló al Señor delante del pueblo y dijo:«Párate, sol, en Gabaón;párate, luna, en el valle de Aialón.»
13 Y el sol y la luna se detuvieronhasta que el pueblo se vengó del enemigo.Esto es lo que dice el Libro del Justo. El sol se detuvo en medio del cielo, y por casi un día entero no se puso.
14 Ni antes ni después ha habido otro día como aquel en que el Señor escuchó la voz de un hombre, pues el Señor peleaba a favor de Israel.
15 Después Josué y los israelitas volvieron al campamento de Guilgal,
16 y los cinco reyes huyeron y se escondieron en una cueva en Maquedá.
17 Pero más tarde fueron hallados en esa cueva, y así se lo dijeron a Josué.