7 después subía del valle de Acor a Debir y volvía hacia Guilgal, que está frente a la cuesta de Adumim, al sur del arroyo; después la frontera pasaba por el manantial de En-semes y seguía hasta el de En-roguel;
8 entonces pasaba por el valle de Ben-hinom, al sur de la cuesta de Jebús, es decir, Jerusalén; luego subía por la cumbre del monte que está al oeste del valle de Hinom, y al norte del valle de Refaim,
9 para dar la vuelta desde la cumbre del monte hasta el manantial de Neftóah, y luego hasta las ciudades del monte de Efrón, pasando por Baalá, que también se llama Quiriat-jearim.
10 De Baalá, la frontera se volvía hacia el oeste hasta el monte de Seír, y pasaba por Quesalón, al costado norte del monte Jearim, para después bajar hasta Bet-semes y pasar por Timná
11 y por las cuestas al norte de Ecrón, girar hacia Sicrón, pasar por el monte de Baalá, y salir a Jabneel para terminar en el mar Mediterráneo.
12 Por último, la frontera occidental era el mar Mediterráneo. Éstas eran las fronteras de las posesiones que les tocaron a los de la tribu de Judá, y que se repartieron entre los clanes de la tribu.
13 Josué dio a Caleb, el hijo de Jefuné, una parte de los territorios de la tribu de Judá. Conforme a lo ordenado por el Señor, le dio Hebrón, la ciudad principal de los descendientes del gigante Anac.