7 No se mezclen con la otra gente que todavía vive aquí entre ustedes. No adoren a sus dioses, ni los obedezcan; ni siquiera mencionen el nombre de esos dioses, ni juren por ellos.
8 Sigan siempre al Señor su Dios, como lo han hecho hasta ahora.
9 El Señor ha arrojado de delante de ustedes a pueblos grandes y fuertes, y hasta el día de hoy nadie ha podido resistir ante ustedes.
10 Uno solo de ustedes puede hacer huir a mil, porque el Señor su Dios pelea a su favor, como él mismo lo prometió.
11 Tengan, pues, cuidado de ustedes mismos, y amen al Señor su Dios.
12-13 Porque quiero que sepan esto: que si se apartan de Dios y se mezclan con esta gente que ha quedado entre ustedes, y hacen matrimonios unos con otros, el Señor su Dios no echará a estos pueblos de la presencia de ustedes, sino que los usará como red y como trampa para que ustedes caigan, y como látigo sobre sus espaldas y como espinas en sus ojos, hasta que no quede ni uno solo de ustedes en esta tierra tan buena que el Señor su Dios les ha dado.
14 »Yo ya me voy a morir, pero antes quiero que ustedes reconozcan de todo corazón y con toda el alma que se han cumplido todas las cosas buenas que el Señor les prometió. Ni una sola de sus promesas quedó sin cumplirse.