3 Josué hizo los cuchillos, y circuncidó a los hombres israelitas en el monte de Aralot.
4 Los circuncidó porque todos los hombres que estaban en edad militar cuando salieron de Egipto ya habían muerto por el camino, en el desierto.
5 Y aunque todos los que salieron de Egipto estaban circuncidados, los que nacieron después, por el camino, en el desierto, no lo estaban.
6 Como los israelitas anduvieron cuarenta años por el desierto, ya habían muerto todos los hombres que habían salido de Egipto en edad militar. Esos hombres no obedecieron al Señor, y por eso él les juró que no les dejaría ver la tierra que a sus antepasados había prometido darles, tierra donde la leche y la miel corren como el agua.
7 Por eso Josué circuncidó a los hijos de aquellos hombres, es decir, a los que el Señor había puesto en lugar de ellos, los cuales no habían sido circuncidados antes porque estaban de camino.
8 Cuando todos estuvieron ya circuncidados, se quedaron descansando en el campamento hasta que sanaron.
9 Entonces el Señor le dijo a Josué: «Con esta circuncisión les he quitado la vergüenza de los egipcios.» Por esta razón, aquel lugar todavía se llama Guilgal.