9 Entonces el Señor le dijo a Josué: «Con esta circuncisión les he quitado la vergüenza de los egipcios.» Por esta razón, aquel lugar todavía se llama Guilgal.
10 Los israelitas acamparon en Guilgal, y el día catorce del mes, por la tarde, celebraron la Pascua en los llanos de Jericó.
11 Ese mismo día comieron panes sin levadura y trigo tostado, pero al día siguiente comieron ya de lo que la tierra producía.
12 Desde entonces no volvió a haber maná, así que los israelitas se alimentaron aquel año de lo que producía la tierra de Canaán.
13 Un día, estando Josué cerca de Jericó, vio delante de él a un hombre con una espada en la mano. Josué se le acercó y le preguntó:—¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?
14 —Ni lo uno ni lo otro —contestó el hombre—. Vengo como jefe del ejército del Señor.Entonces Josué se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y le preguntó:—¿Qué le manda mi Señor a este siervo suyo?
15 El jefe del ejército del Señor le contestó:—Descálzate, porque el lugar donde estás es sagrado.Y Josué le obedeció.