15-16 Manoa, sin saber que aquel hombre era el ángel del Señor, le dijo:—Por favor, quédese usted con nosotros a comer un cabrito que vamos a prepararle.Pero el ángel le contestó:—Aun si me quedara, no podría yo compartir contigo tu comida. Pero puedes ofrecer el cabrito en holocausto al Señor.