17 luego se fue a llevarle el tributo a Eglón, que era muy gordo.
18 Después de entregarle a Eglón el tributo, Ehud salió con los que habían venido con él,
19 pero al llegar a los ídolos que están cerca de Guilgal, Ehud regresó a donde estaba Eglón y le dijo:—Tengo un mensaje para Su Majestad, pero debo dárselo en privado.El rey ordenó entonces a los que estaban a su servicio que guardaran silencio y salieran de su presencia.
20 En cuanto Ehud se quedó a solas con Eglón, que estaba sentado en la sala de verano, se acercó a él y le dijo:—El mensaje que traigo a Su Majestad es de parte de Dios.Al oír esto, Eglón se levantó de su trono,
21 pero Ehud, que era zurdo, se llevó la mano izquierda al lado derecho, sacó su espada y se la clavó a Eglón en el vientre.
22 Se la clavó tan fuerte que no sólo entró toda la hoja sino también la empuñadura, quedando cubierta la espada por la gordura de Eglón, pues Ehud no se la sacó.
23 Después Ehud cerró las puertas con el cerrojo, y salió por la ventana.