16 Tus comerciantes se hicieronmás numerosos que las estrellas del cielo.(La langosta cambia de piel y vuela.)
17 Tus guardianes son como langostas;y los encargados de reclutar tus tropasson como nubes de insectos:cuando hace frío, se posan en las paredes;cuando sale el sol, se van; nadie sabe dónde.
18 »¡Cómo duermen tus pastores,oh rey de Asiria!Tus oficiales descansan,tus tropas andan dispersas por los montesy no hay quien las reúna.
19 ¡No hay remedio para tu herida;tu llaga es incurable!Todos los que oyen de tu desgraciaaplauden de alegría,pues, ¿quién no sufrió tu maldad sin fin?»