1 cuando quiero curar a mi pueblo, a Efraín y a Samaria,salta a la vista su pecado y su maldad.Porque todos practican la mentira;como ladrones, entran en las casasy asaltan a la gente en plena calle.
2 No toman en cuentaque yo recuerdo todas sus maldades.Ahora los acorralan sus propias acciones,que están siempre delante de mis ojos.
3 »Con su maldad y sus mentirasmi pueblo divierte al rey y a los jefes.
4 Todos ellos son adúlteros;son como el horno, que una vez encendidodeja el hornero de atizarlomientras fermenta la masa.
5 En el día de la coronación de nuestro rey,los jefes le hicieron enfermar con el calor del vino.¡Y él tendió la mano a los que se burlaban!
6 Disponen su corazón para la intriga,como si dispusieran un horno;duerme el hornero toda la noche,pero a la mañana el horno sigue bien encendido.
7 Sí, todos ellos arden como un hornoque devoró a sus gobernantes.Todos sus reyes han caído,y no hay ni uno solo que me invoque.