25 Antes de afirmar los cerros y los montes,el Señor ya me había engendrado;
26 aún no había creado él la tierra y sus campos,ni el polvo de que el mundo está formado.
27 Cuando él afirmó la bóveda del cielosobre las aguas del gran mar, allí estaba yo.
28 Cuando afirmó las nubes en el cieloy reforzó las fuentes del mar profundo,
29 cuando ordenó a las aguas del marno salirse de sus límites,cuando puso las bases de la tierra,
30 allí estaba yo, fielmente, a su lado.Yo era su constante fuente de alegría,y jugueteaba en su presencia a todas horas;
31 jugueteaba en el mundo creado,¡me sentía feliz por el género humano!