15 Entonces Noemí le dijo:—Mira, tu concuñada se vuelve a su país y a sus dioses. Vete tú con ella.
16 Pero Rut le contestó:—¡No me pidas que te deje y que me separe de ti! Iré a donde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios.
17 Moriré donde tú mueras, y allí quiero ser enterrada. ¡Que el Señor me castigue con toda dureza si me separo de ti, a menos que sea por la muerte!
18 Al ver Noemí que Rut estaba decidida a acompañarla, no le insistió más,
19 y así las dos siguieron su camino hasta que llegaron a Belén.Cuando entraron en Belén, hubo un gran revuelo en todo el pueblo. Las mujeres decían:—¿No es ésta Noemí?
20 Pero ella les respondía:—Ya no me llamen Noemí; llámenme Mará, porque el Dios todopoderoso me ha llenado de amargura.
21 Salí de aquí con las manos llenas, y ahora las traigo vacías porque así lo ha querido el Señor. ¿Por qué me llaman Noemí, si el Señor todopoderoso me ha condenado y afligido?