2 Un día Rut le dijo a Noemí:—Déjame que vaya al campo, a ver si algún segador me permite ir detrás de él recogiendo espigas.—Ve, hija mía —le respondió su suegra.
3 Rut, pues, fue al campo y se puso a recoger las espigas que dejaban los segadores. Y tuvo la suerte de que aquel campo fuera de Booz, el pariente de Elimélec.
4 En eso, Booz llegó de Belén y saludó a los segadores:—¡Que el Señor esté con ustedes!—¡Que el Señor le bendiga a usted! —le respondieron ellos.
5 Luego Booz le preguntó al capataz de los segadores:—¿De qué familia es esa muchacha?
6 El capataz le contestó:—Es una moabita, que vino de Moab con Noemí.
7 Me pidió permiso para ir detrás de los segadores recogiendo espigas, y se ha pasado trabajando toda la mañana, hasta ahora mismo que ha venido a descansar un poco.
8 Entonces Booz le dijo a Rut:—Escucha, hija mía, no vayas a recoger espigas a ningún otro campo. Quédate aquí, con mis criadas,