9 como si fuera un león en su cueva,espía al pobre desde su escondite,esperando el momento de caer sobre él,y cuando lo atrapa, lo arrastra en su red.
10 Se agacha, se encoge,y caen en sus garras los indefensos.
11 El malvado cree que Dios se olvida,que se tapa la cara y que nunca ve nada.
12 ¡Levántate, Señor, levanta tu brazo!¡No olvides a los afligidos!
13 ¿Por qué, Dios mío, han de burlarse los malos,pensando que no habrás de pedirles cuentas?
14 Tú mismo has visto su irritante maldad;¡la has visto, y les darás su merecido!A ti se acogen los indefensos;tú eres la ayuda de los huérfanos.
15 ¡Rómpeles el brazo a los malvados!¡Pídeles cuentas de su maldadhasta que no quede nada pendiente!