4 Ustedes, fieles del Señor, ¡cántenle himnos!,¡alaben su santo nombre!
5 Porque su enojo dura un momento,pero su buena voluntad, toda la vida.Si lloramos por la noche,por la mañana tendremos alegría.
6 Yo me sentí seguro, y pensé:«Nada me hará caer jamás.»
7 Pero tú, Señor, en tu bondadme habías afirmado en lugar seguro,y apenas me negaste tu ayudael miedo me dejó confundido.
8 A ti, Señor, clamo;a ti, Señor, suplico:
9 ¿Qué se gana con que yo muera,con que sea llevado al sepulcro?¡El polvo no puede alabarteni hablar de tu fidelidad!
10 Señor, óyeme y ten compasión de mí;Señor, ¡ayúdame!