1a Instrucción de David.
1b Feliz el hombre a quien sus culpas y pecadosle han sido perdonados por completo.
2 Feliz el hombre que no es mal intencionadoy a quien el Señor no acusa de falta alguna.
3 Mientras no confesé mi pecado,mi cuerpo iba decayendopor mi gemir de todo el día,
4 pues de día y de nochetu mano pesaba sobre mí.Como flor marchita por el calor del verano,así me sentía decaer.
5 Pero te confesé sin reservasmi pecado y mi maldad;decidí confesarte mis pecados,y tú, Señor, los perdonaste.
6 Por eso, en momentos de angustialos fieles te invocarán,y aunque las aguas caudalosas se desborden,no llegarán hasta ellos.