31 Lleva en el corazón la enseñanza de su Dios;¡jamás resbalarán sus pies!
32 El malvado espía al hombre bueno,con la intención de matarlo;
33 pero el Señor no dejará que caiga en sus manos,ni dejará tampoco que lo declaren culpable.
34 Tú, confía en el Señor, y obedécelo,pues él te enaltecerá y te dará el país como herencia.¡Con tus ojos verás la destrucción de los malvados!
35 He visto al malvado, lleno de altanería,extenderse como un árbol frondoso;
36 pero se fue, dejó de existir;lo busqué, y no pude encontrarlo.
37 Fíjate en el hombre honrado y sin tacha:el futuro de ese hombre es la paz.