2 Tobías le contestó:—Padre, ¿qué paga le puedo dar? Aunque le diera la mitad de lo que me ayudó a traer, no me perjudicaría.
3 Él me trajo sano y salvo, sanó a mi esposa, me ayudó a traer la plata, y a ti también te sanó. ¿Qué paga le puedo dar?
4 Tobit le dijo:—Hijo, es justo darle la mitad de las cosas que trajo.
5 Entonces Tobías lo llamó y le dijo:—Toma como paga la mitad de todo lo que trajiste, y que te vaya bien.
6 Entonces Rafael llamó aparte a los dos y les dijo:—Alaben a Dios, y hablen de sus beneficios delante de todos los hombres. Alábenlo y canten salmos a su nombre. Honren a Dios dando a conocer a todo hombre lo que él ha hecho. No se cansen de darle gracias.
7 Cuando el rey le confía a uno un secreto, es bueno quedarse callado; pero hay que honrar a Dios contando a todos y publicando lo que él ha hecho. Hagan el bien, y ningún mal vendrá sobre ustedes.
8 Mucho mejor es la oración acompañada de ayuno, y dar limosna viviendo honradamente, que tener riquezas y ser un malvado. Mucho mejor es dar limosna que conseguir montones de oro.