7 Cuando el rey le confía a uno un secreto, es bueno quedarse callado; pero hay que honrar a Dios contando a todos y publicando lo que él ha hecho. Hagan el bien, y ningún mal vendrá sobre ustedes.
8 Mucho mejor es la oración acompañada de ayuno, y dar limosna viviendo honradamente, que tener riquezas y ser un malvado. Mucho mejor es dar limosna que conseguir montones de oro.
9 Dar limosna salva de la muerte y purifica de todo pecado. Los que dan limosna gozarán de larga vida.
10 Los que cometen el pecado y la maldad son enemigos de su propia vida.
11 Ahora voy a contarles toda la verdad, no voy a ocultarles nada. Ya les había dicho que cuando el rey le confía a uno un secreto, es bueno quedarse callado, pero que hay que honrar a Dios dando a conocer lo que él ha hecho.
12 Pues bien, Tobit, mientras tú y Sara oraban, yo presentaba sus oraciones ante la presencia gloriosa del Señor, para que él las tuviera en cuenta. Y lo mismo hacía yo mientras tú enterrabas a los muertos.
13 Aquella vez, cuando no dudaste en levantarte y dejar servida la comida para ir a enterrar a aquel muerto, Dios me envió a ponerte a prueba.