11 —Dime, amigo —le dijo Tobit—, ¿de qué tribu y de qué familia eres?
12 El ángel respondió:—¿Qué necesidad tienes de saber mi tribu?—Amigo —insistió Tobit—, quiero saber quién eres realmente y cómo te llamas.
13 —Soy Azarías —contestó—, nieto de Ananías el viejo, israelita como tú.
14 Tobit le dijo:—¡Bienvenido, amigo! Y no te molestes porque haya querido saber la verdad preguntándote por tu familia. Resulta que tú eres pariente nuestro. Eres de una familia excelente. Yo conocí a Ananías y a Natán, los dos hijos de Semelías el viejo. Yo iba con ellos a Jerusalén a asistir al culto divino, y no se han apartado del buen camino. ¡Qué gente tan buena son tus parientes! Eres de una familia excelente. ¡Bienvenido!
15 Luego añadió:—Yo te pagaré una dracma por día, además de darte todo lo que necesites en la misma forma que a mi hijo.
16 Acompaña a mi hijo en este viaje, y todavía te daré algo más fuera de tu sueldo.
17 El ángel respondió:—Yo iré con él. No temas. Volveremos a ti tan sanos y salvos como nos vamos. El camino es seguro.Tobit dijo:—¡Que Dios te bendiga, amigo!Entonces llamó a su hijo y le dijo:—Hijo, prepárate para el viaje y vete con tu amigo. Que Dios desde el cielo los proteja y les ayude a volver a mí sanos y salvos. Que el ángel de Dios los acompañe y los proteja, hijo mío.Tobías besó a su padre y a su madre, y emprendió el viaje.Tobit le deseó:—¡Que tengas buen viaje!