3 Tobit le contestó:—Gabael me dio un recibo firmado, y yo le di un comprobante firmado también. Luego partí éste por la mitad, y cada uno tomó una parte. Yo puse mi parte con la plata. ¡Y pensar que ya hace veinte años que dejé ese depósito! Ahora, hijo, busca un hombre de confianza que te acompañe, para que vayas a recuperar ese dinero. Le pagaremos lo que sea hasta que vuelvas.
4 Tobías se fue a buscar una persona que conociera bien el camino y lo acompañara hasta Media. Y al salir se encontró delante de él al ángel Rafael. Pero Tobías no sabía que era un ángel de Dios,
5 así que le preguntó:—Joven, ¿de dónde eres?El ángel le respondió:—Soy israelita, como tú. Vine aquí a buscar trabajo.Tobías le preguntó:—¿Conoces el camino que lleva a Media?
6 —¡Claro! —contestó él—. He estado allá muchas veces. Conozco muy bien todos esos caminos. Muchas veces he ido a Media y me he alojado en la casa de Gabael, israelita también, que vive en Ragues de Media. De Ecbatana a Ragues hay dos días de viaje a buen paso. Las dos ciudades quedan en la región montañosa.
7 Tobías le dijo:—Espérame, joven; entraré a decírselo a mi padre. Necesito que me acompañes. Yo te pagaré lo que sea.
8 El ángel respondió:—Muy bien, te espero, pero no te tardes.
9 Tobías entró y le dijo a su padre:—Mira, ya encontré un hombre, israelita como nosotros.Tobit le respondió:—Llámalo, hijo. Quiero saber de qué tribu y de qué familia es, y si es de confianza, para que te acompañe.