6 Y siguieron juntos el viaje hasta que llegaron cerca de Media.
7 Entonces el muchacho preguntó al ángel:—Amigo Azarías, ¿para qué sirven de remedio la hiel, el corazón y el hígado del pescado?
8 Él contestó:—Cuando una persona es atacada por un demonio o espíritu malo, si se queman delante de esa persona el corazón y el hígado del pescado, cesa el ataque y no se repite jamás.
9 Y cuando una persona tiene nubes en los ojos, si se untan con la hiel y se sopla en ellos, queda sana.
10 Habiendo llegado a Media, se acercaban ya a Ecbatana.
11 Entonces le dijo el ángel Rafael al muchacho:—Amigo Tobías.—¡A tus órdenes! —contestó él.El ángel le dijo:—Debemos pasar esta noche en la casa de Ragüel. Es pariente tuyo. Tiene una hija que se llama Sara.
12 Es su hija única. Tú tienes más derecho que ningún otro a casarte con ella, y a ti te corresponde también heredar los bienes de su padre. La joven es inteligente, valiente y muy bonita. Su padre es un hombre excelente.