2 Luego dijo a su esposa Edna:—¡Cómo se parece este muchacho a mi pariente Tobit!
3 Edna les preguntó:—¿De dónde son, amigos?Ellos contestaron:—Somos de la tribu de Neftalí y vivimos desterrados en Nínive.
4 Ella volvió a preguntarles:—¿Conocen a nuestro pariente Tobit?—Sí, lo conocemos —contestaron ellos.
5 Entonces les preguntó:—¿Está bien?—Vive y está bien —le respondieron.Y Tobías añadió:—¡Es mi padre!
6 Ragüel se levantó de un salto y lo llenó de besos, mientras decía llorando:—¡Dios te bendiga, hijo! Tu padre es un hombre excelente. ¡Qué desdicha tan grande que un hombre tan bueno y tan generoso se haya quedado ciego!Y otra vez abrazó llorando a su pariente Tobías.
7 Edna, su esposa, también lloró, lo mismo que Sara, la hija.
8 Ragüel, pues, los recibió con mucha alegría y mandó matar un corderito.