1-2 Pablo, llamado por la voluntad de Dios a ser apóstol de Cristo Jesús, saluda, junto con el hermano Sóstenes, a los que forman la iglesia de Dios que está en Corinto, que en Cristo Jesús fueron santificados y llamados a formar su pueblo santo, junto con todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor nuestro y del pueblo santo.
3 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen sobre ustedes su gracia y su paz.
4 Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes, por la gracia que Dios ha derramado sobre ustedes por medio de Cristo Jesús.
5 Pues por medio de él Dios les ha dado toda riqueza espiritual, así de palabra como de conocimiento,
6 ya que el mensaje acerca de Cristo se estableció firmemente entre ustedes.
7 De este modo no les falta ningún don de Dios mientras esperan el día en que aparezca nuestro Señor Jesucristo.
8 Dios los mantendrá firmes hasta el fin, para que nadie pueda reprocharles nada cuando nuestro Señor Jesucristo regrese.