3 Por eso, ahora quiero que sepan que nadie puede decir: «¡Maldito sea Jesús!», si está hablando por el poder del Espíritu de Dios. Y tampoco puede decir nadie: «¡Jesús es Señor!», si no está hablando por el poder del Espíritu Santo.
4 Hay en la iglesia diferentes dones, pero el que los concede es un mismo Espíritu.
5 Hay diferentes maneras de servir, pero todas por encargo de un mismo Señor.
6 Y hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos.
7 Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos.
8 Por medio del Espíritu, a unos les concede que hablen con sabiduría; y a otros, por el mismo Espíritu, les concede que hablen con profundo conocimiento.
9 Unos reciben fe por medio del mismo Espíritu, y otros reciben el don de curar enfermos.