13 ¿Quién podrá hacerles mal, si ustedes se empeñan siempre en hacer el bien?
14 Pero aun si por actuar con rectitud han de sufrir, ¡dichosos ustedes! No tengan miedo a nadie, ni se asusten,
15 sino honren a Cristo como Señor en sus corazones. Estén siempre preparados a responder a todo el que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen,
16 pero háganlo con humildad y respeto. Pórtense de tal modo que tengan tranquila su conciencia, para que los que hablan mal de su buena conducta como creyentes en Cristo, se avergüencen de sus propias palabras.
17 Es mejor sufrir por hacer el bien, si así lo quiere Dios, que por hacer el mal.
18 Porque Cristo mismo sufrió la muerte por nuestros pecados, una vez para siempre. Él era inocente, pero sufrió por los malos, para llevarlos a ustedes a Dios. En su fragilidad humana, murió; pero resucitó con una vida espiritual,
19 y de esta manera fue a proclamar su victoria a los espíritus que estaban presos.