4 ¿Quién no te temerá, oh Señor?¿Quién no te alabará?Pues solamente tú eres santo;todas las naciones vendrán y te adorarán,porque tus juicios han sido manifestados.»
5 Después de esto, miré y vi abrirse en el cielo el santuario, la tienda de la alianza.
6 Del santuario salieron aquellos siete ángeles que llevaban las siete calamidades. Iban vestidos de lino limpio y brillante, y llevaban cinturones de oro a la altura del pecho.
7 Uno de los cuatro seres vivientes dio a cada uno de los siete ángeles una copa de oro llena de la ira de Dios, el cual vive por todos los siglos.
8 Y el santuario se llenó del humo procedente de la grandeza y del poder de Dios, y nadie podía entrar en él hasta que hubieran terminado las siete calamidades que llevaban los siete ángeles.