9 Y todos quedaron terriblemente quemados; pero no se volvieron a Dios ni lo alabaron, sino que dijeron cosas ofensivas contra él, que tiene poder sobre estas calamidades.
10 El quinto ángel vació su copa sobre el trono del monstruo, y su reino quedó en oscuridad. La gente se mordía la lengua de dolor;
11 pero ni aun así dejaron de hacer el mal, sino que a causa de sus dolores y sus llagas dijeron cosas ofensivas contra el Dios del cielo.
12 El sexto ángel vació su copa sobre el gran río Éufrates, y el agua del río se secó para dar paso a los reyes que venían de oriente.
13 Vi que de la boca del dragón, de la boca del monstruo y de la boca del falso profeta, salían tres espíritus impuros en forma de ranas.
14 Eran espíritus de demonios, que hacían señales milagrosas y salían a reunir a todos los reyes del mundo para la batalla del gran día del Dios todopoderoso.
15 «Miren, yo vengo como el ladrón. Dichoso el que se mantiene despierto y conserva su ropa, para que no ande desnudo y se vea la vergüenza de su desnudez.»