2 y a la iglesia que se reúne en su casa, así como a la hermana Apia y a Arquipo, nuestro compañero en la lucha.
3 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre ustedes.
4 Siempre doy gracias a mi Dios al acordarme de ti en mis oraciones,
5 porque he tenido noticias del amor y la fe que tienes para con el Señor Jesús y para con todos los que pertenecen al pueblo santo.
6 Y pido a Dios que tu participación en la misma fe te lleve a conocer todo el bien que podemos realizar por amor a Cristo.
7 Estoy muy contento y animado por tu amor, ya que tú, hermano, has llenado de consuelo el corazón de los que pertenecen al pueblo santo.
8 Por eso, aunque en nombre de Cristo tengo derecho a ordenarte lo que debes hacer,