30 Por fe cayeron los muros de la ciudad de Jericó, después que los israelitas marcharon alrededor de ellos durante siete días.
31 Y por fe, Rahab, la prostituta, no murió junto con los desobedientes, porque ella había recibido amistosamente a los espías de Israel.
32 ¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los profetas.
33 Por la fe conquistaron países, impartieron justicia, recibieron lo que Dios había prometido, cerraron la boca de los leones,
34 apagaron fuegos violentos, escaparon de ser muertos a filo de espada, sacaron fuerzas de flaqueza y llegaron a ser poderosos en la guerra, venciendo a los ejércitos enemigos.
35 Hubo mujeres que recibieron otra vez con vida a sus familiares muertos.Otros murieron en el tormento, sin aceptar ser liberados, a fin de resucitar a una vida mejor.
36 Otros sufrieron burlas y azotes, y hasta cadenas y cárceles.