5 Entonces, tanto los judíos como los no judíos se pusieron de acuerdo con las autoridades para maltratarlos y apedrearlos.
6 Pero Pablo y Bernabé, al saberlo, se escaparon a Listra y Derbe, pueblos de Licaonia, y a la región de alrededor,
7 donde también anunciaron la buena noticia.
8 En Listra había un hombre que no podía andar. Nunca había andado, porque era cojo de nacimiento. Este hombre estaba sentado,
9 oyendo lo que Pablo decía, y Pablo se fijó en él y vio que tenía suficiente fe para ser sanado.
10 Entonces le dijo con voz fuerte:—¡Levántate y ponte derecho sobre tus pies!El hombre se puso en pie de un salto, y comenzó a andar.
11 Al ver lo que Pablo había hecho, la gente empezó a gritar en la lengua de Licaonia:—¡Dioses en forma de hombre han bajado a nosotros!