13 Pero cuando los judíos de Tesalónica supieron que Pablo estaba anunciando el mensaje de Dios también en Berea, se fueron allá, y empezaron a alborotar y perturbar a la gente.
14 Pero los hermanos hicieron que Pablo saliera sin demora hacia la costa, mientras Silas y Timoteo se quedaban en Berea.
15 Los que acompañaban a Pablo fueron con él hasta la ciudad de Atenas. Luego volvieron con instrucciones para que Silas y Timoteo se le reunieran lo más pronto posible.
16 Mientras Pablo esperaba en Atenas a Silas y Timoteo, se indignó mucho al ver que la ciudad estaba llena de ídolos.
17 Por eso discutía en la sinagoga con los judíos y con otros que adoraban a Dios, y cada día discutía igualmente en la plaza con los que allí se reunían.
18 También algunos filósofos epicúreos y estoicos comenzaron a discutir con él. Unos decían:—¿De qué habla este charlatán?Y otros:—Parece que es propagandista de dioses extranjeros.Esto lo decían porque Pablo les anunciaba la buena noticia acerca de Jesús y de la resurrección.
19 Entonces lo llevaron al Areópago, y le preguntaron:—¿Se puede saber qué nueva enseñanza es ésta que tú nos traes?