39 Porque esta promesa es para ustedes y para sus hijos, y también para todos los que están lejos; es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar.
40 Con éstas y otras palabras, Pedro les habló y les aconsejó, diciéndoles:—¡Apártense de esta gente perversa!
41 Así pues, los que hicieron caso de su mensaje fueron bautizados; y aquel día se agregaron a los creyentes unas tres mil personas.
42 Y eran fieles en conservar la enseñanza de los apóstoles, en compartir lo que tenían, en reunirse para partir el pan y en la oración.
43 Todos estaban asombrados a causa de los muchos milagros y señales que Dios hacía por medio de los apóstoles.
44 Todos los creyentes estaban muy unidos y compartían sus bienes entre sí;
45 vendían sus propiedades y todo lo que tenían, y repartían el dinero según las necesidades de cada uno.