1 En aquel tiempo, como el número de los creyentes iba aumentando, los de habla griega comenzaron a quejarse de los de habla hebrea, diciendo que las viudas griegas no eran bien atendidas en la distribución diaria de ayuda.
2 Los doce apóstoles reunieron a todos los creyentes, y les dijeron:—No está bien que nosotros dejemos de anunciar el mensaje de Dios para dedicarnos a la administración.
3 Así que, hermanos, busquen entre ustedes siete hombres de confianza, entendidos y llenos del Espíritu Santo, para que les encarguemos estos trabajos.
4 Nosotros seguiremos orando y proclamando el mensaje de Dios.