18 Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos.
19 Queridos hermanos, no tomen venganza ustedes mismos, sino dejen que Dios sea quien castigue; porque la Escritura dice: «A mí me corresponde hacer justicia; yo pagaré, dice el Señor.»
20 Y también: «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; así harás que le arda la cara de vergüenza.»
21 No te dejes vencer por el mal. Al contrario, vence con el bien el mal.