19 Al decir esto, Jesús estaba dando a entender de qué manera Pedro iba a morir y a glorificar con su muerte a Dios. Después le dijo:—¡Sígueme!
20 Al volverse, Pedro vio que detrás venía el discípulo a quien Jesús quería mucho, el mismo que en la cena había estado a su lado y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a traicionar?»
21 Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús:—Señor, y a éste, ¿qué le va a pasar?
22 Jesús le contestó:—Si quiero que él permanezca hasta que yo vuelva, ¿qué te importa a ti? Tú sígueme.
23 Por esto corrió entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no dijo que no moriría. Lo que dijo fue: «Si quiero que él permanezca hasta que yo vuelva, ¿qué te importa a ti?»
24 Éste es el mismo discípulo que da testimonio de estas cosas, y que las ha escrito. Y sabemos que dice la verdad.
25 Jesús hizo muchas otras cosas; tantas que, si se escribieran una por una, creo que en todo el mundo no cabrían los libros que podrían escribirse.