11 Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos, y somos testigos de lo que hemos visto; pero ustedes no creen lo que les decimos.
12 Si no me creen cuando les hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo me van a creer si les hablo de las cosas del cielo?
13 »Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo; es decir, el Hijo del hombre.
14 Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el Hijo del hombre tiene que ser levantado,
15 para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
16 »Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna.
17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.