14 La gente, al ver esta señal milagrosa hecha por Jesús, decía:—De veras éste es el profeta que había de venir al mundo.
15 Pero como Jesús se dio cuenta de que querían llevárselo a la fuerza para hacerlo rey, se retiró otra vez a lo alto del cerro, para estar solo.
16 Al llegar la noche, los discípulos de Jesús bajaron al lago,
17 subieron a una barca y comenzaron a cruzar el lago para llegar a Cafarnaúm. Ya estaba completamente oscuro, y Jesús no había regresado todavía.
18 En esto, el lago se alborotó a causa de un fuerte viento que se había levantado.
19 Cuando ya habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús, que se acercaba a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo.
20 Él les dijo:—¡Soy yo, no tengan miedo!