19 El ángel le contestó:—Yo soy Gabriel, y estoy al servicio de Dios; él me mandó a hablar contigo y darte estas buenas noticias.
20 Pero ahora, como no has creído lo que te he dicho, vas a quedarte mudo; no podrás hablar hasta que, a su debido tiempo, suceda todo esto.
21 Mientras tanto, la gente estaba afuera esperando a Zacarías y preguntándose por qué tardaba tanto en salir del santuario.
22 Cuando al fin salió, no les podía hablar; entonces se dieron cuenta de que había tenido una visión en el santuario, pues les hablaba por señas; y siguió así, sin poder hablar.
23 Cumplido su servicio, Zacarías se fue a su casa.
24 Después de esto, su esposa Isabel quedó encinta, y durante cinco meses no salió de su casa, pensando:
25 «El Señor me ha hecho esto ahora, para que la gente ya no me desprecie.»