16 Entonces les contó esta parábola: «Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha.
17 El rico se puso a pensar: “¿Qué haré? No tengo dónde guardar mi cosecha.”
18 Y se dijo: “Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo.
19 Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida.”
20 Pero Dios le dijo: “Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será?”
21 Así le pasa al hombre que amontona riquezas para sí mismo, pero es pobre delante de Dios.»
22 Después dijo Jesús a sus discípulos: «Esto les digo: No se preocupen por lo que han de comer para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo.