29 De otra manera, si pone los cimientos y después no puede terminarla, todos los que lo vean comenzarán a burlarse de él,
30 diciendo: “Este hombre empezó a construir, pero no pudo terminar.”
31 O si algún rey tiene que ir a la guerra contra otro rey, ¿acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil soldados puede hacer frente a quien va a atacarlo con veinte mil?
32 Y si no puede hacerle frente, cuando el otro rey esté todavía lejos, le mandará mensajeros a pedir la paz.
33 Así pues, cualquiera de ustedes que no deje todo lo que tiene, no puede ser mi discípulo.
34 »La sal es buena; pero si deja de estar salada, ¿cómo volverá a ser útil?
35 No sirve ni para la tierra ni para el montón de abono. Simplemente, se la tira. Los que tienen oídos, oigan.»