56 Luego se fueron a otra aldea.
57 Mientras iban de camino, un hombre le dijo a Jesús:—Señor, deseo seguirte a dondequiera que vayas.
58 Jesús le contestó:—Las zorras tienen cuevas y las aves tienen nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza.
59 Jesús le dijo a otro:—Sígueme.Pero él respondió:—Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.
60 Jesús le contestó:—Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve y anuncia el reino de Dios.
61 Otro le dijo:—Señor, quiero seguirte, pero primero déjame ir a despedirme de los de mi casa.
62 Jesús le contestó:—El que pone la mano en el arado y sigue mirando atrás, no sirve para el reino de Dios.