16 Se la llevaron, y Jesús les dijo:—¿De quién es ésta cara y el nombre que aquí está escrito?Le contestaron:—Del emperador.
17 Entonces Jesús les dijo:—Pues den al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios.Y su respuesta los dejó admirados.
18 Entonces fueron a ver a Jesús algunos saduceos. Éstos dicen que los muertos no resucitan; por eso le presentaron este caso:
19 —Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre casado muere sin haber tenido hijos con su mujer, el hermano del difunto deberá tomar por esposa a la viuda, para darle hijos al hermano que murió.
20 Pues bien, había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó, pero murió sin dejar hijos.
21 Entonces el segundo se casó con la viuda, pero él también murió sin dejar hijos. Lo mismo pasó con el tercero,
22 y con los siete; pero ninguno dejó hijos. Finalmente murió también la mujer.