18 Entonces fueron a ver a Jesús algunos saduceos. Éstos dicen que los muertos no resucitan; por eso le presentaron este caso:
19 —Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre casado muere sin haber tenido hijos con su mujer, el hermano del difunto deberá tomar por esposa a la viuda, para darle hijos al hermano que murió.
20 Pues bien, había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó, pero murió sin dejar hijos.
21 Entonces el segundo se casó con la viuda, pero él también murió sin dejar hijos. Lo mismo pasó con el tercero,
22 y con los siete; pero ninguno dejó hijos. Finalmente murió también la mujer.
23 Pues bien, en la resurrección, cuando vuelvan a vivir, ¿de cuál de ellos será esposa esta mujer, si los siete estuvieron casados con ella?
24 Jesús les contestó:—Ustedes están equivocados, porque no conocen las Escrituras ni el poder de Dios.