13 Ellos contestaron a gritos:—¡Crucifícalo!
14 Pilato les dijo:—Pues ¿qué mal ha hecho?Pero ellos volvieron a gritar:—¡Crucifícalo!
15 Entonces Pilato, como quería quedar bien con la gente, dejó libre a Barrabás; y después de mandar que azotaran a Jesús, lo entregó para que lo crucificaran.
16 Los soldados llevaron a Jesús al patio del palacio, llamado pretorio, y reunieron a toda la tropa.
17 Le pusieron una capa de color rojo oscuro, trenzaron una corona de espinas y se la pusieron.
18 Luego comenzaron a gritar:—¡Viva el Rey de los judíos!
19 Y le golpeaban la cabeza con una vara, lo escupían y, doblando la rodilla, le hacían reverencias.