29 Y cuando ya el grano está maduro, lo recoge, porque ha llegado el tiempo de la cosecha.»
30 También dijo Jesús: «¿A qué se parece el reino de Dios, o con qué podremos compararlo?
31 Es como una semilla de mostaza que se siembra en la tierra. Es la más pequeña de todas las semillas del mundo,
32 pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las otras plantas del huerto, con ramas tan grandes que hasta las aves pueden posarse bajo su sombra.»
33 De esta manera les enseñaba Jesús el mensaje, por medio de muchas parábolas como éstas, según podían entender.
34 Pero no les decía nada sin parábolas, aunque a sus discípulos se lo explicaba todo aparte.
35 Al anochecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos:—Vamos al otro lado del lago.