6 Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó en sus manos los siete panes y, habiendo dado gracias a Dios, los partió y se los iba dando a sus discípulos, para que ellos los repartieran entre la gente, y así lo hicieron.
7 Tenían también unos cuantos pescaditos; Jesús pronunció sobre ellos la bendición, y también mandó repartirlos.
8 Todos comieron hasta quedar satisfechos, y recogieron los pedazos sobrantes en siete canastas.
9 Los que comieron eran cerca de cuatro mil. Luego Jesús los despidió,
10 subió a la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.
11 Llegaron los fariseos y comenzaron a discutir con Jesús. Y para tenderle una trampa, le pidieron que hiciera alguna señal milagrosa que probara que él venía de parte de Dios.
12 Jesús suspiró profundamente y dijo:—¿Por qué pide esta gente una señal milagrosa? Les aseguro que no se les dará ninguna señal.