8 Al momento, cuando miraron alrededor, ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.
9 Mientras bajaban del cerro, Jesús les encargó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre hubiera resucitado.
10 Por esto guardaron el secreto entre ellos, aunque se preguntaban qué sería eso de resucitar.
11 Le preguntaron a Jesús:—¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías ha de venir primero?
12 Él les contestó:—Es cierto que Elías viene primero, y que él lo arreglará todo. ¿Y por qué dicen las Escrituras que el Hijo del hombre ha de sufrir y ser despreciado?
13 Pero yo les digo que Elías ya vino, y que ellos hicieron con él todo lo que quisieron, como dicen las Escrituras que le había de suceder.
14 Cuando regresaron a donde estaban los discípulos, los encontraron rodeados de una gran multitud, y algunos maestros de la ley discutían con ellos.