12 Pues ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por lo tanto, sí está permitido hacer el bien los sábados.
13 Entonces le dijo a aquel hombre:—Extiende la mano.El hombre la extendió, y le quedó tan sana como la otra.
14 Pero cuando los fariseos salieron, comenzaron a hacer planes para matar a Jesús.
15 Jesús, al saberlo, se fue de allí, y mucha gente lo siguió. Jesús sanaba a todos los enfermos,
16 y les ordenaba que no hablaran de él en público.
17 Esto fue para que se cumpliera lo que anunció el profeta Isaías, cuando dijo:
18 «Aquí está mi siervo, a quien he escogido,mi amado, en quien me deleito.Pondré sobre él mi Espíritu,y proclamará justicia a las naciones.