54 y llegó a su propia tierra, donde comenzó a enseñar en la sinagoga del lugar. La gente, admirada, decía:—¿Dónde aprendió éste todo lo que sabe? ¿Cómo puede hacer esos milagros?
55 ¿No es éste el hijo del carpintero, y no es María su madre? ¿No es el hermano de Santiago, José, Simón y Judas,
56 y no viven sus hermanas también aquí entre nosotros? ¿De dónde le viene todo esto?
57 Y se resistían a creer en él. Pero Jesús les dijo:—En todas partes se honra a un profeta, menos en su propia tierra y en su propia casa.
58 Y no hizo allí muchos milagros porque aquella gente no tenía fe en él.