9 Esto entristeció al rey Herodes; pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, mandó que se la dieran.
10 Ordenó, pues, cortarle la cabeza a Juan en la cárcel;
11 luego la llevaron en un plato y se la dieron a la muchacha, y ella se la entregó a su madre.
12 Llegaron los seguidores de Juan, se llevaron el cuerpo y lo enterraron; después fueron y avisaron a Jesús.
13 Cuando Jesús recibió la noticia, se fue de allí él solo, en una barca, a un lugar apartado. Pero la gente lo supo y salió de los pueblos para seguirlo por tierra.
14 Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud; sintió compasión de ellos y sanó a los enfermos que llevaban.
15 Como ya se hacía de noche, los discípulos se le acercaron y le dijeron:—Ya es tarde, y éste es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y se compren comida.